Mis
queridos hermanos y hermanas nazarenos: Quiero compartir con ustedes, esta
reflexión que la ha motivado este gran
sentimiento, esta gran expectativa, esta gran Fe y esperanza, que vengo experimentando, al ver que ya nos
venimos acercando al ansiado mes de Octubre, nuestro Mes Morado, Mes del Señor
de los Milagros. Considero que ese mismo sentimiento, esa misma expectativa, la vienen compartiendo muchos de ustedes, por
ello reciban mi especial. fraterno y nazareno abrazo, de estar unidos en ese
bello sentir.
Pero
no solo debemos ser y sentirnos nazarenos en dicho mes; nazareno es un estado
de ser y hacer, a cada momento y en todo lugar, en el amor a Dios, en el
ejercicio de la Caridad, en el amor al semejante, en el trabajo diario, allí
estará nuestra real obra.
No
basta el vestir nuevamente el habito morado para ese tiempo, que ello no sea
una rutina que se de cada 11 mese; que no baste asistir a las Misas, Novenas y Rosarios no
solo por que es tomado en cuenta para cargar sino hacerlo por que realmente
deseamos humildemente saciar el hambre mas profundo que tenemos: …el de amar y seguir
al Señor, recordemos que seguirle es recibir en nuestro espiritu, ese bello don
que Dios Padre nos otorga cada día en EL (…“ Yo soy el pan de vida. El que
viene a mí no pasará hambre").
Que
estos dos meses que anteceden al Mes Morado, sean pues de preparación, de mayor
entrega, de mayor Fe y esperanza, de mayor unidad, de preocuparnos por nuestros
hermanos que por uno u otro motivo ya no participan; que como Directivos
hagamos una real y honesta revisión de conciencia, preguntandonos si venimos
obrando bien?, si somos justos en nuestros actos?, si propiciamos una mayor
unidad entre los hermanos? y a los demaás hermanos integrantes de Hermandad,
preguntarse: si vienen aportando su mayor exfuerzo y voluntad para con su
institución e integrantes. Recordemos que ese color morado tiene un
significado: es tiempo de espera, de preparación, de reflexión para la llegada
de la llamada Cuaresma Limeña, de decir "Señor, danos siempre de ese pan".
Pido a Dios y a nuestro Divino
Patrón, queridos hermanos nazarenos que
bendigan a cada uno de ustedes e iluminen su mente, alma y corazón para que
siempre perseveren en este camino de fe, amor y devoción nazarena.
Nazarenamente en Cristo
Crucificado, vuestro Hermano,
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